Cómo Hiroshi Yoshimura salvó mi vida

El álbum del que hablo en esta anécdota siempre me hace
pensar en un bosque muy frondoso y relajante. 
En la sociedad donde vivo dicen que la música no sirve para nada, pero en mi adultez me encuentro con que eso no es cierto y es una gran contradicción. La gente ama la música, todos amamos la música, no podemos vivir sin ella. Imagina todas las grandes melodías que pudiéramos ya haber creado si la creación musical se potenciara, si se diera la oportunidad de crear más música, de no decepcionarse de la vida por no poder hacer algo que se ama.

Por razones de la vida que nunca logré entender, yo padezco de algo llamado taquicardias (es el nombre que los médicos me han dado de lo que tengo). Es un malestar que me da cuando a veces mi corazón palpita de forma rara, de una forma irregular, de una forma que no debería; usualmente me pasa cuando no he hecho ejercicio o he estado muy estresado y no he dormido bien. Ya sea que dos de esas razones se cumplan, mi cuerpo es como que no lo resiste y manda una señal a mi corazón y hace que se ponga así, a palpitar de una forma bien inusual y molesta.

Un día iba yo en un viaje de varias horas en un bus cuando me pasó eso. Cuando me dan taquicardias es como que el corazón está palpitando diferente, entonces la sangre no circula como debería, y es como que palpita demasiado rápido sin razón alguna y genera una presión enorme en la cabeza, siento frío en las extremidades, me duele el pecho... es horrible. Usualmente puedo lograr que se me quite en algunos minutos logrando relajarme, estiro los brazos, si puedo me acuesto o me agacho o, sonará raro, pero si puedo me pongo de cabeza (por una extraña razón eso funciona). Pero, ¿qué pasa si no me logro tranquilizar? La sensación sigue y sigue, el corazón no vuelve a su ritmo normal y me da mucho miedo que eso siga y me cause algún daño.

Ese día, iba yo en el bus. No había dormido bien, estaba estresado, y no había hecho mi rutina de ejercicios. Todas las condiciones se dieron para que me pasara eso, y tras varios minutos no logré que se me quitara. Estar encerrado en el bus, con tanta gente, y el bus andando en la carretera con sonidos fuertes de una peli bien fea que habían puesto (en los buses de viajes largos en mi país ponen películas y suelen poner el volumen bien alto, para entretener a la gente, pero no a todos nos gusta), sólo me ponía más nervioso y no lograba relajarme. Pasé así un buen rato, tratando de relajarme en mi mente, pero sentado en el asiento del bus, y no le dije nada a mi compañero de viaje Carlos, yo por tratar de no molestarle con mis problemas, pero también por la confianza, o mejor dicho la fe, en que se me quitaría en un momento. Pues así pasé un buen rato, y la sensación sólo se hacía peor, aún más horrible, me comenzó a doler más la cabeza, comencé a sentirme mareado, por momentos veía borroso. Yo iba del lado de la ventana y Carlos a la par, entonces le pedí permiso, me paré, y ya estando de pie comencé a buscar si habían dos asientos juntos que estuvieran disponibles para poderme acostar. Pero no encontré ninguno. Todos iban ocupados. Yo necesitaba urgentemente acostarme, tal vez eso me tranquilizaría. Consideré el suelo por unos segundos pero lo dejé como última opción. Y pues, después de unos momentos decidí decirle a Carlos.

Carlos ya sabía que eso me solía suceder, pero no había nada que pudiera hacer él. Pero de todas formas le dije que me sentía mal, que tenía taquicardias y que no lograba relajarme. Me volví a sentar en el asiento pero me estiré, me senté de un lado, para otro, me enrollé en el asiento, no lograba nada, cambiaba de posiciones intentando sentirme cómodo porque hiciera lo que hiciera la sensación seguía. Me quejaba diciendo que me duele, veía borroso.


Así estuve un rato, así iba yo sufriendo en el bus hasta que de repente Carlos se paró y me dejó el asiento y me dijo que me acostara en los dos asientos (¡NO SE NOS HABÍA OCURRIDO!). Inmediatamente me acosté y me quedé allí, con el dolor en la cabeza y viendo borroso. Pensé que si me iba a morir pues que se fuera todo al carajo. Podía oir el ruido del motor del bus al andar velozmente sobre la carretera, los ruidos feos de la peli fea, la sensación del bus andando y veía todo oscuro. Me quedé allí estando unos segundos y se me ocurrió que al menos podía hacer algo con el ruido: podía sacar mi celular y poner música. Yo necesitaba ALGO que me ayudara a relajarme, a quitarme esa sensación molesta de mi cuerpo. Entonces puse la playlist y pasó:

Encontré Green de Hiroshi Yoshimura. Lo había guardado en mi teléfono sin saber si lo volvería a escuchar. Pero en ese momento fue la opción ideal.

Lo que pasa con ese álbum y conmigo es lo siguiente: su música es repetitiva pero tranquilizante, muy tranquilizante. Tiene sonidos de la naturaleza como una cascada, grillos y pájaros. Mi mente se tranquiliza con los sonidos que se repiten, por eso me gusta. En ese momento me puse a escuhar Green. Pude concentrarme en los tranquilizantes sonidos, las percusiones de música ambiental que se repiten una y otra vez hasta hacer una hipnosis en mi mente. Y a los minutos logré tranquilizarme.

Me quedé dormido poco a poco, así terminé todo lo que faltaba del resto del viaje, soñé con un cielo estrellado y una montaña con pasto muy suave. Oscureció y llegamos a nuestro destino a las ocho de la noche.

La verdad, me siento tan agradecido con Yoshimura por haber puesto éste álbum en el mundo a disposición nuestra. Me ha ayudado ya en varias ocasiones, esa fue la primera ocasión y la más significativa para mí, algo que jamás he olvidado.

La música tiene un elemento muy fuerte para nosotros los seres humanos. Tiene las emociones que necesitamos, puede darnos el impulso que necesitamos, o puede quitárnoslo. Hay gente que dice que eso no es importante pero eso no es así. Es MUY importante. Hay mucha  gente que cree que lo importante es lo que da dinero, pero el dinero no es lo único en la vida. Se hace música porque se quiere ser feliz y ser feliz es lo MÁS importante. Sino, ¿por qué trabajamos? ¿por qué vivimos? ¿sólo para comer, dormir e ir al día siguiente al trabajo? Es importante vivir y ser feliz, tener una vida plena, completa en todos los sentidos. Es importante enseñar música, hacer música.

Hiroshi Yoshimura salvó mi vida ese día. Me ayudó a tranquilizarme con su música. Me hizo sentirme mejor. No sé si Yoshimura trabajará sólo de la música, hará algo más, o siquiera si estará vivo. Pero aquí algo ha logrado, algo significativo, para éste ser humano al otro lado del mundo.



https://www.youtube.com/watch?v=D7aYjRl_6Zw&t=1177s

Le conté a mi Carlos que logré tranquilizarme durante el viaje, porque luego de que él´me cedió el asiento encontró un asiento vacío al fondo del bus y se fue allí a sentarse, le conté que había sido gracias al álbum y que algún día mejoraré en idioma japonés y le enviaré un correo a Yoshimura agradeciéndole por su música, espero que aún esté él y pueda recibirlo.

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